Adixiones
Ernesto S. Sinatra
Adixiones (con esa "x" que ya nos adelanta la dimensi?n del enigma, consustancial a la experiencia anal?tica desde sus or?genes) es un eslab?n m?s que se a?ade a la perseverancia de una transmisi?n.
Un libro que aborda problemas cruciales del psicoan?lisis, tanto en el plano de la elucidaci?n cl?nica de los sujetos tomados uno por uno, como en el del malestar contempor?neo de la civilizaci?n. Adelanto lo que en mi lectura encuentro: una manera de demostrar la imposibilidad estructural de la soledad.
Declinadas de formas variadas, este libro nos ense?a que el ser hablante no puede carecer jam?s de un partenaire. Es por esa raz?n que el punto de partida sea, en esta ocasi?n, la historia de un concepto que durante treinta a?os orient? una parte fundamental de la investigaci?n de nuestro autor: las toxicoman?as. Siguiendo la orientaci?n lacaniana, este libro no es un manual de consulta para quienes se confrontan habitualmente con sujetos vinculados a alguna manifestaci?n sintom?tica toxic?mana. Las toxicoman?as (es fundamental mantener el plural) fueron, tal como el propio autor lo expresa, un modo de comenzar a interrogarse acerca del lazo que une a un sujeto con un objeto que contraviene el sentido com?n del bien. Se trataba de indagar en ese parad?jica uni?n entre el sujeto y un objeto al que permanece adherido, no con el prop?sito de curar eso sino de descubrir su funci?n. O dicho de otro modo: en ausencia de toda concepci?n universal de cura, c?mo lograr que un sujeto consienta a introducir una m?nima distancia que haga posible una pregunta, una pregunta que lleva consigo la apuesta de transferir una acci?n compulsiva en apariencia gobernada por la inercia de la pulsi?n de muerte, a un plano diferente. Un plano en el que el objeto en cuesti?n revela un uso sintom?tico al servicio de otra cosa.
Esa otra cosa puede descifrarse de distintas maneras, seg?n los casos, pero lo decisivo es que cuando el sujeto es capaz de correr esa apuesta animado por el deseo del analista, esa uni?n con el objeto pude modificarse, o el objeto puede ser sustituido por otro, menos comprometido con los intereses de Thanatos. Lo interesante, y del mismo modo que en ocasiones sucede con otros s?ntomas, Sinatra nos proporciona distintos ejemplos cl?nicos en los que podemos apreciar que esa transformaci?n es posible cuando el analista toma de entrada la decisi?n de no convertir el fen?meno toxic?mano en el eje central y protag?nico de la cura.
Las adixiones son una suerte de Aufhebung hegeliana de las toxicoman?as a las que el psicoan?lisis ha prestado su escucha y su elucidaci?n. Es el descubrimiento de que cualquier objeto, conducta, acci?n humana, ideal, pr?ctica sexual, entretenimiento o locura puede convertirse en un partenaire con el que entablar un goce que se convierte en una fijaci?n (Fixierung, de acuerdo con el t?rmino alem?n empleado por Freud para referirse a uno de los avatares de la pulsi?n, y donde encontramos esa "x" que Sinatra introduce en su concepto). «Hemos propuesto el concepto de adixiones a partir de una deformaci?n del significante tradicional de „adicciones“ por considerar que este ?ltimo desconoce la causa real de la clasificaci?n que promueve. Con adixiones se?alamos la versi?n posmoderna de la toxicoman?a generalizada que se asienta en el valor adictivo (es decir: t?xico) del goce en s? mismo».
Esto no es algo exactamente nuevo. Lo nuevo, es que un discurso que ha venido a sustituir el saber del Padre (y aludimos aqu? al discurso universitario como «el todo saber» al que Lacan se refiere) ha tomado el relevo de las viejas narraciones que orientaban la subjetividad y ha hecho posible el lanzamiento de una pluralidad de objetos que poseen una propiedad perfectamente calculada. Por una parte, y como el autor lo se?ala a cada paso, est?n dise?ados conforme a un creciente conocimiento de la subjetividad.
Un libro que aborda problemas cruciales del psicoan?lisis, tanto en el plano de la elucidaci?n cl?nica de los sujetos tomados uno por uno, como en el del malestar contempor?neo de la civilizaci?n. Adelanto lo que en mi lectura encuentro: una manera de demostrar la imposibilidad estructural de la soledad.
Declinadas de formas variadas, este libro nos ense?a que el ser hablante no puede carecer jam?s de un partenaire. Es por esa raz?n que el punto de partida sea, en esta ocasi?n, la historia de un concepto que durante treinta a?os orient? una parte fundamental de la investigaci?n de nuestro autor: las toxicoman?as. Siguiendo la orientaci?n lacaniana, este libro no es un manual de consulta para quienes se confrontan habitualmente con sujetos vinculados a alguna manifestaci?n sintom?tica toxic?mana. Las toxicoman?as (es fundamental mantener el plural) fueron, tal como el propio autor lo expresa, un modo de comenzar a interrogarse acerca del lazo que une a un sujeto con un objeto que contraviene el sentido com?n del bien. Se trataba de indagar en ese parad?jica uni?n entre el sujeto y un objeto al que permanece adherido, no con el prop?sito de curar eso sino de descubrir su funci?n. O dicho de otro modo: en ausencia de toda concepci?n universal de cura, c?mo lograr que un sujeto consienta a introducir una m?nima distancia que haga posible una pregunta, una pregunta que lleva consigo la apuesta de transferir una acci?n compulsiva en apariencia gobernada por la inercia de la pulsi?n de muerte, a un plano diferente. Un plano en el que el objeto en cuesti?n revela un uso sintom?tico al servicio de otra cosa.
Esa otra cosa puede descifrarse de distintas maneras, seg?n los casos, pero lo decisivo es que cuando el sujeto es capaz de correr esa apuesta animado por el deseo del analista, esa uni?n con el objeto pude modificarse, o el objeto puede ser sustituido por otro, menos comprometido con los intereses de Thanatos. Lo interesante, y del mismo modo que en ocasiones sucede con otros s?ntomas, Sinatra nos proporciona distintos ejemplos cl?nicos en los que podemos apreciar que esa transformaci?n es posible cuando el analista toma de entrada la decisi?n de no convertir el fen?meno toxic?mano en el eje central y protag?nico de la cura.
Las adixiones son una suerte de Aufhebung hegeliana de las toxicoman?as a las que el psicoan?lisis ha prestado su escucha y su elucidaci?n. Es el descubrimiento de que cualquier objeto, conducta, acci?n humana, ideal, pr?ctica sexual, entretenimiento o locura puede convertirse en un partenaire con el que entablar un goce que se convierte en una fijaci?n (Fixierung, de acuerdo con el t?rmino alem?n empleado por Freud para referirse a uno de los avatares de la pulsi?n, y donde encontramos esa "x" que Sinatra introduce en su concepto). «Hemos propuesto el concepto de adixiones a partir de una deformaci?n del significante tradicional de „adicciones“ por considerar que este ?ltimo desconoce la causa real de la clasificaci?n que promueve. Con adixiones se?alamos la versi?n posmoderna de la toxicoman?a generalizada que se asienta en el valor adictivo (es decir: t?xico) del goce en s? mismo».
Esto no es algo exactamente nuevo. Lo nuevo, es que un discurso que ha venido a sustituir el saber del Padre (y aludimos aqu? al discurso universitario como «el todo saber» al que Lacan se refiere) ha tomado el relevo de las viejas narraciones que orientaban la subjetividad y ha hecho posible el lanzamiento de una pluralidad de objetos que poseen una propiedad perfectamente calculada. Por una parte, y como el autor lo se?ala a cada paso, est?n dise?ados conforme a un creciente conocimiento de la subjetividad.
- Категория: документальная литература
- Правообладатель: Bookwire
- Возрастное ограничение: 0+
- ISBN: 9789878372150
- Легальная стоимость: 729.63 руб.
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